La motivación de los integrantes de un proyecto no sólo de construcción, sino de cualquier índole, es primordial si se pretende obtener el máximo rendimiento. Se entiende por motivación, la fuerza interna o externa que impulsa a un individuo a trabajar para lograr los objetivos.
Cuando una empresa introduce el trabajo en equipo debe tener en cuenta que a partir de ese momento tendrá que aplicar un doble esquema de motivaciones: Uno dirigido al equipo y otro dirigido al individuo.
La organización debe conseguir que el equipo esté motivado si quiere que rinda al máximo y se logre el objetivo en el tiempo estipulado, y para ello no es suficiente con que lo estén algunos de sus miembros y otros no.
En el caso de un proyecto de construcción el tiempo es un factor importantísimo, ya que casi siempre se trabaja para entregar la obra civil en una fecha determinada, y aquí la motivación juega un papel protagonista, pues unos trabajadores desmotivados no trabajan con rapidez ni explotan su máxima capacidad ya que nada los anima, lo cual influye en la fecha de entrega del proyecto y en el aumento de los costes.
Una empresa debe de tener en cuenta una serie de factores para lograr motivar al equipo, como lo son:
1. Proyectos a la altura de las expectativas creadas: proyectos exigentes, que supongan un auténtico desafío.
2. Autonomía: darle al equipo la oportunidad de organizarse, de planificar su trabajo, de tomar sus decisiones.
3. Bonus económico en función del resultado alcanzado: si se exige a la gente que se sacrifique, que se entregue en el trabajo, hay que recompensarles económicamente; no valen únicamente buenas palabras y promesas futuras.
También resulta muy motivador para el equipo el ir alcanzando metas parciales, aunque sean pequeñas. De ahí la importancia de no fijar únicamente una gran meta final, sino de establecer también objetivos intermedios que el equipo pueda tratar de alcanzar con cierta rapidez.
Pero también hay que tener en cuenta que es imposible motivar a un equipo si individualmente sus miembros no lo están. Cada empleado es diferente y cada uno tiene su propia escala de valores: Lo que motiva a uno puede ser diferente de lo que motiva a otro. Pero en mayor o menor medida hay una serie de objetivos que cualquier empleado busca en su trabajo:
- Realizar una actividad satisfactoria y estimulante.
- Las condiciones laborables sean aceptables.
- Trato, comodidad, medios, ambiente.
- Salario digno
- Reconocimiento y valoración de su trabajo
La motivación es un ingrediente fundamental del éxito de equipos. La motivación debe ser permanente e individual, así como en general. Al dar a cada uno de los miembros del equipo incentivo para seguir trabajando a un alto nivel se reforzará el equipo en su conjunto, con lo cual se mantienen y, a menudo, aumenta su productividad.